Picante que hierve desde el paladar hasta en la sangre, sabores infinitos con un toque especial que solo pueden describirse al ser degustados…
 
Un sinfín de platos que muestran lo mejor de cada una de las regiones y por supuesto, exquisitez de licores creados siglos atrás. México es un paraíso gastronómico increíble.
 
Existe una variedad de licores mexicanos que se han popularizado en el mundo gracias a su sabor y mezclas, un claro ejemplo es el Tequila. La combinación entre este licor, la sal y el limón nos ha hecho retorcer a más de uno y respirar hondo para poder tomar el siguiente.
 
Sin embargo, existen otros no tan populares pero igual de deliciosos que hacen parte de la cultura mexicana. Conoce estos 5 y prepárate a probarlos:

1. Mezcal

Foto: Taringa
 
Desde Oaxaca, al mezcal se le conoce como la “bebida caída del cielo” y no es para menos. Su sabor, proceso de elaboración e historia, le merecen este reconocimiento. 
 
Gusano, minero, cedrón o tobalá. Hay una gran variedad de acuerdo a los ingredientes que se utilicen para elaborarlo, sin embargo, todos tienen algo en común, la base principal del licor es la penca de agave (Maguey). 
 
Del Maguey se sacan las piñas para ser cocidas en un horno de leña rústico creado en un hueco bajo la tierra. De acuerdo al dulzor que tengan las piñas se dice que puede obtenerse un mejor mezcal. Este proceso puede tardar entre 5 y 6 días; una vez están listas las piñas se muelen y se depositan en grandes barriles de fermentación. La destilación es parte del proceso final en donde luego pasa a ser empacado y distribuido.
 
Se cree que los antepasados indígenas consumían el mezcal como parte de sus celebraciones y rituales de culto, de igual forma, hoy en día el mezcal es usado por algunas comunidades a modo de medicina natural para curar enfermedades. 
 
El mezcal más famoso es el mezcal de gusano, así que cuando te sirvan un trago puedes estar seguro de que estás tomándote uno de los mejores.

2. Tepache

 
Aunque originalmente se elaboraba a partir de una base de maíz, esta bebida se obtiene gracias a la fermentación de cáscaras de la piña. Y aunque no tiene un volumen de alcohol tan alto como otros licores mexicanos, su sabor es exquisito, dulce y variado de acuerdo al tiempo que dure el proceso de fermentado.
 
El tepache es ideal para días calurosos, se recomienda tomar bien helado y también como acompañante de variados platos, pueden ser unos jugosos tacos al pastor o unas deliciosas quesadillas. Se puede encontrar en casi todo el país pero los lugares en donde es más reconocido son Oaxaca, Veracruz, Puebla, Jalisco y Morelos.

3. Charanda

 
Foto: Wikiwand
 
 
Grandes plantaciones de caña de azúcar en Michoacán sirven para elaborar este licor representativo de la región. A la charanda también se le conoce como aguardiente, es incoloro y puede llegar a tener una concentración de alcohol entre 35% y 55% así que es mejor aprender a tomarlo en cantidades prudentes si no quieres tener una fuerte resaca al otro día.
 
Esta bebida cuya elaboración surge en el siglo XVI y que significa “Tierra colorada” en lengua purépecha se envasa en algunas botellas decoradas con objetos artesanales propios de esta cultura, tales como trajes típicos, maderas regionales y variados colores.

4. Sotol

 
 
El sotol tiene un proceso de elaboración similar al del Mezcal y el tequila, sin embargo, su sabor ahumado es bien diferente gracias a la leña. Además no es tan comercial como estos dos, sino más artesanal. Hay varios tipos de sotol entre los que se encuentran el blanco, añejo o reposado. Cada uno lleva el sabor del desierto de Chihuahua, elaborado a partir de la planta de Sereque.
 
El sotol puede beberse solo o en coctel y se encuentra en regiones como Coahuila y Durango. Al igual que el Mezcal era utilizado por las tribus indígenas en sus celebraciones y ceremonias. 
Se dice que al beber Sotol, más que embriagar el cuerpo, se despierta la mente con un 40% de alcohol en promedio y que además es ideal disfrutarlo con mucho hielo, similar al Whisky.

5. Licor de damiana

Foto: Liverpoool
 
Este licor como su nombre lo dice, se obtiene de la damiana, una planta característica de la región Baja California Sur y a la cual se le atribuyen propiedades relajantes y afrodisíacas. La damiana, vainas de vainilla, tequila, agua y miel son algunos de los ingredientes con los que se realiza el licor, además de la característica caña de azúcar que le da un toque más dulce.
 
Uno de los más conocidos es el Damiana Guaycura gracias a la forma de su botella la cual tiene la figura de una mujer robusta plasmada como símbolo de fertilidad.
 
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