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El hospedaje es clave:
No solo se trata de ahorrar en un hotel barato, sino de que le saques provecho. Hospedajes alternativos como Airbnb son muy atractivos y tienen la ventaja de que puedes cocinar tus alimentos, sin embargo, recuerda que deberás comprar además de los ingredientes, elementos como aceite, condimentos, etc. Otra opción es encontrar un hotel que incluya desayuno completo: omite aquellos que ofrecen desayuno continental (suele ser solo café, fruta y pan) y busca los que tienen americano (incluyen proteínas que te llenan más).
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Ve al súper:
Puede que cuando estés en tu ciudad te de pereza ir al súper pero en este tipo de viajes te permitirá ahorrar mucho y conocer más de la cultura local. Además, te dará un parámetro de cuánto cuestan elementos como una botella de agua, una lata de cerveza o un refresco. Compra snacks con alto contenido en proteína para cuando te de hambre como nueces y cacahuates; frutas como manzanas, peras y bananos son fáciles de cargar y duran varios días.
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Lleva una botella para el agua:
No solo ahorrarás dinero sino que contribuirás con el cuidado del planeta. Revisa previamente si el agua de la llave es potable en el destino al que vas y en caso de que no sea así, puedes comprar un filtro de agua en tiendas con productos para acampar o hacer senderismo. En Viajala te recomendamos LifeStraw el cual te permite convertir hasta mil litros de agua contaminada en potable.
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Investiga, investiga e investiga:
Antes de tu viaje es muy importante que revises qué opciones de ahorro existen: en algunas ciudades hay días en que los museos son gratuitos o hay pases donde compras el ingreso para varios museos por menor precio. De igual forma, busca aplicaciones de descuentos como Groupon para ofertas especiales. Revisa previamente los mapas de la ciudad para planear tus recorridos, el ideal es que cada día vayas a una sola zona para poder caminar o ir en bicicleta y así no tener que pagar metro o taxi.
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La anticipación es todo:
A la hora de un viaje, en Viajala siempre recomendamos comprar y reservar boletos de avión y hotel con la mayor anticipación posible, para destinos internacionales lo mínimo es entre 2 y 3 meses de antelación. Sin embargo, si además compras previamente por internet los ingresos a los museos y atracciones que quieres visitar, no tendrás que pagarlo todo durante tu viaje y puedes amortiguar los gastos.
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Más allá del restaurante de moda:
A la hora de la comida, destinos como Italia o Francia pueden ser muy costosos, en Viajala te recomendamos buscar restaurantes fuera de las calles principales ya que suelen ser más económicos y animarte a comer en puestos callejeros y/o food trucks. Por ejemplo en París, un sandwich de jamón y queso en el café Le Corona cerca del Louvre cuesta €8.8 euros, mientras que uno de jamón serrano y queso de cabra cuesta €4.80 euros en Maison Castro, a 20 minutos en metro del museo. Si estás en un país amante del vino (como los de Europa, Argentina y Chile), no temas pedir el vino de la casa, es más barato y suelen ser de buena calidad.
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Prioriza:
Aún cuando quieras ahorrar, también es importante que no olvides que estás en ese destino para disfrutar y conocer. Tal vez no tienes que hacer 3 comidas por fuera, puedes desayunar en el hotel o Airbnb, comer un sandwich que preparaste antes y luego ir a cenar a un buen restaurante o relajarte en un spa con un tratamiento especial. Elige siempre dónde quieres aprovechar más tu dinero y qué otras cosas puedes omitir. Así por ejemplo, puedes gastar $1,500 pesos en el Deep Ocean Spa de Bora Bora en un masaje de 90 minutos que equivale a comprar aproximadamente 10 botellas de agua en la isla. Si quieres vivir una experiencia gastronómica única, puedes ir en Nueva York, a uno de los mejores restaurantes del mundo el Eleven Madison Park, el cual cuenta con 3 estrellas Michelin y cuyo menú de prueba que incluye entre 8 y 10 platillos cuesta $335 dólares. Puede sonar exagerado, pero cuesta menos de una noche en un hotel de 4 estrellas en el centro de Manhattan. Podrías quedarte en un Airbnb en Jersey y Hoboken por menos de $55 dólares la noche y cenar como rey.
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Revisa los especiales:
Particularmente en Europa, en los restaurantes de primer nivel, suele haber un menú especial para la hora de la comida, el cual es más económico que la cena, pero contiene las mismas opciones. Así por ejemplo, en Florencia puedes ir a uno de los mejores restaurantes de la ciudad La Bottega del Buon Caffè, el cual cuenta con una estrella Michelin y tener un menú de degustación de 4 tiempos por €80 euros, el cual te costaría más del doble en la noche.
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Buses o trenes nocturnos:
Si vas a ir de una ciudad a otra, puede que un vuelo sea lo más rápido pero una opción para ahorrar es pasar la noche yendo de un lugar a otro en el bus o tren.
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Viaja en temporada baja:
Verano, fin de año y Semana Santa son las fechas más costosas para viajar, además de que pagarás más en avión y hospedaje, muchos restaurantes en las ciudades turísticas aumentan sus precios. Revisa cuáles son las temporadas bajas o intermedias del destino al que quieres ir y analiza cuáles son las desventajas de viajar en ese momento: tal vez el clima no es el mejor (podrías enfrentarlo con un impermeable y botas de lluvia), algunos restaurantes y hoteles cierren y ciertas atracciones no estén disponibles, pero puede que sea una opción mucho más económica para ti.