El Patrimonio Cultural de México es, sin lugar a dudas, uno de sus atractivos más importantes. Su historia, su gastromonía y sus costumbres; atraen a viajeros de todo el mundo que día a día llegan para encontrarse de frente con lo más bonito de la cultura mexicana. 
 
Uno de los elementos de identidad más fuertes de México son sus bailes típicos, resultado de la historia y la mezcla de costumbres más llamativas y alegres. 
 
Si bien los bailes típicos mexicanos parecen ser innumerables, algunos que se han convertido en un símbolo del país ante el mundo, mientras que otros son tan antiguos que deben su permanencia a la poca publicidad que se las hecho.
 
A continuación, les mostramos una pequeña selección de estas hermosas tradiciones:

1. Jarabe Tapatío

El baile nacional de México cuenta con elementos que de inmediato permiten al público identificar su país de origen: mariachis, un hombre vestido de charro y una mujer vestida de china poblana. 
 
 
El Jarabe Tapatío nació a finales del siglo XIX en Jalisco y debe su nombre a la mezcla de danzas regionales que dieron origen a esta nueva tradición. Además, la palabra “tapatío” hace alusión al zapateo de los hombres que rodean a la mujer a manera de cortejo, mientras ella, también zapateando, ondea su falda de coloridos diseños de manera muy femenina y algo distante.
 
En la actualidad, es el baile más conocido de México y su música le ha dado la vuelta al mundo como una característica de la cultura de este país. 

2. Danza de los Tlacololeros

Es el baile tradicional más antiguo del estado de Guerrero y gracias a esto conserva importantes componentes prehispánicos.
 
 
Los hombres de esta región suelen interpretar la danza a inicios de mayo, cuando se honra a Tláloc –el Dios de la lluvia– para asegurar buenas cosechas y pedir protección de los depredadores.
 
Los 14 bailarines, más dos que representan al tigre y a la perra maravilla, originalmente rodeaban los cerros al ritmo de la flauta y el tambor para realizar sus plegarias, mientras los campesinos perseguían a los animales que más peligro representaban para sus cosechas y ganado.
 
Finalmente, una vez que se capturaba al tigre se lo entregaban a los tlacololeros quienes le daban su merecido para que no se acercara a la cosecha mientras la perra miraba desde lejos. En la actualidad, esta danza se representa en diferentes festividades a lo largo del año y constituye un patrimonio por el que los mexicanos de la zona sienten gran orgullo.  

3. Los Parachicos

Catalogada como Patrimonio Cultural por la UNESCO, esta danza se interpreta durante la Fiesta Grande de Chiapa de Corzo y existen varias leyendas sobre su origen, aunque la más popular es la de aquella mujer que llegó a esta localidad buscando una cura para su hijo enfermo y encontró a un grupo de chapacorceños que se disfrazó para darle alegría al niño. 
 
En la actualidad, esta danza se realiza durante un día específico de la fiesta y los danzantes recorren la ciudad durante todo el día con un traje muy elaborado y llamativo: máscaras de madera, vestidos con sarapes (pieza parecida al poncho andino), chales bordados y coloridas cintas.
 
El fin de esta tradición es devocional y los parachicos le ofrecen su arte a tres santos: Nuestro Señor de Esquipulas, San Antonio Abad y San Sebastián Mártir. La música que los mueve viene de las flautas, los tambores y los sonajeros de hojalata.

4. Danza del Venado

Como su nombre lo indica, este baile típico se realiza en el estado de Sonora en honor al venado, un animal venerado y también cazado tradicionalmente por los pueblos indígenas yaquis y mayos. 
 
Se considera como una de las danzas que mejor ha preservado su originalidad desde la época prehispánica, tanto en el aspecto musical como ritual. Los instrumentos utilizados son el tambor de agua, los frotadores, las sonajas y la flauta de carrizo, y los músicos van llamando poco a poco a los protagonistas de este baile: el venado, el pascola y el coyote.
 
Durante la interpretación se representa la cacería del animal, sus movimientos característicos, y los de otras especies propias de la zona y del momento.
 
Tradicionalmente, quien interpreta a este personaje debe ser educado desde pequeño para este fin e incluso su alimentación le debe permitir llegar a tener la agilidad y salud física, mental y espiritual necesaria para llegar a ser el venado de la danza. 

5. Danza de los Concheros

Este baile se remonta a inicios de la conquista y se cree que nació de la necesidad de mantener vivas las costumbres indígenas, aunque también se evidencia la influencia española en los instrumentos el hecho de que rinde tributo a ciertos personajes religiosos. 
 
 
La danzan hombres y mujeres, y sus atuendos se caracterizan por conservar prendas tradicionales y por el uso de plumas, actualmente algunas son sintéticas, pero inicialmente podían ser de faisán, pavo real, gallo o avestruz.
 
Se realiza en dos momentos: una denominada “velación” que representa la energía de la noche, el jaguar, la madre tierra y la feminidad, y otra en la que se honra al día, al águila, a la energía solar y la masculinidad.  
 
Esta tradición tiene un fuerte contenido espiritual y son muy importantes los rituales realizados antes, durante y después de su interpretación, ya que es importante mantener la armonía con el cosmos mediante ofrendas, respeto y una intención pura y sanadora.